Totalitarismes
Totalitarismo
Se conoce como totalitarismos a las ideologías, los movimientos y los regímenes políticos donde la libertad está seriamente restringida y el Estado ejerce todo el poder sin divisiones ni restricciones (de un modo mucho más intenso y extenso que el teórico poder absoluto de las monarquías del Antiguo Régimen).
Los totalitarismos, o regímenes totalitarios, se diferencian de otros regímenes autocráticos por ser dirigidos por un partido político que pretende ser o se comporta en la práctica como partido único y confundirse con las instituciones del Estado, y por lo general exaltan la figura de un personaje que tiene un poder ilimitado que alcanza todos los ámbitos y se manifiesta a través de la autoridad ejercida jerárquicamente. Impulsan un movimiento de masas en el que se pretende encuadrar a toda la sociedad (con el propósito de formar un hombre nuevo en una sociedad perfecta), y hacen uso intenso de la propaganda y de distintos mecanismos de control social y de represión como la policía secreta o los campos de concentración. El fascismo y el estalinismo de la Unión Soviética (y en mayor o menor medida el de sus países satélites denominados socialismo real) son los ejemplos más destacados. |
El totalitarismo es una forma de Estado, es decir, una forma de organizar los cuatro componentes del mismo (territorio, población, gobierno y poder -también el jurídico o el derecho-). El totalitarismo no es simplemente una forma de gobierno, una organización en cuanto a las personas que ejercen el poder, es toda una forma de estado, no democrática y se caracteriza al igual que el autoritarismo en la falta de reconocimiento de la libertad y de los derechos del hombre. Sin embargo, se diferencia del autoritarismo en que en el totalitarismo existe una negación de la libertad y los derechos individuales, desconociendo además la dignidad de la persona humana, convirtiendo las clases sociales en masas.
El totalitarismo considera el Estado como un fin en sí mismo, y por tanto lo maximiza, y dado que el poder existe para el fin de las cosas, si consideramos al Estado un fin, estos dos componentes de la política son correlativos, como consecuencia un Estado más grande nos da un poder más grande. Así el poder del estado totalitario lo puede todo porque el fin lo abarca todo. Mussolini (que usó por primera el termino "totalitarismo") graficó esto en el eslogan "todo en el estado, todo para el estado, nada fuera del estado, nada contra el estado". No es ya el estado para el hombre, sino el hombre para el estado.
Aspecto sociológico : El totalitarismo es un monismo sociológico porque su ideología supone la inexistencia y consecuente negación de la persona como un elemento individual que posee dignidad propia, y sólo considera al hombre en función de la sociedad, el hombre vale en cuanto a que es parte o miembro de una sociedad, no en cuanto a que es una persona en sí misma.
Aspecto político : El totalitarismo es un monismo político porque erige toda la estructura de poder en torno al poder político, generalmente de un solo líder, absorbiendo los poderes que se afinan a éste y negando los que son independientes o contrarios. De esta forma, al contrario de las formas de estado democráticas, en donde el poder político es una forma más de poder, que se encuentra en una jerarquía, sobre el poder social, en el totalitarismo no existe esa jerarquía de poderes, debido a que sólo existe uno, el poder político total.
A diferencia del liberalismo y del marxismo que cuentan con una coherente exposición de principios ideológicos, las doctrinas totalitarias se configuran a la par que estos movimientos surgen con el propósito de alcanzar el poder y establecer su sistema de dominación. No hay doctrina. Una primera característica es su exaltación del Estado, de un Estado omnipotente o totalitario y llevar el respeto a los líderes de éstos a un nivel de "culto a la personalidad".
A ello, el nacionalsocialismo agrega la configuración de un Estado sustentado en supuestos étnicos y racistas. Por ello, el fin supremo del Estado nazi es la preservación de la pureza racial, la que justifica la política racista y antisemita del Tercer Reich. Antiparlamentarismo bajo la dirección de un jefe o caudillo -Duce (Mussolini), Führer (Hitler)- dotado de un poder “carismático” y capaz de crear por sí sólo la voluntad nacional y de dirigirla en beneficio de la colectividad insustituible. Su odio febril a la democracia y a sus manifestaciones más comunes, la libertad y la igualdad políticas. Así frente a la “falacia” de la igualdad democrática, exhiben como ideal la dicotomía superiores-inferiores. En el “código” social fascista el hombre es superior a la mujer, el militar al civil, el miembro del partido al que no lo es... Sus principales características: imperialismo militarista, dogmatismo de las ideas y la intolerancia fundamentan la fe ciega en el caudillo, uso de símbolos, nuevos medios y control de la propaganda de masas y existencia de un partido único.
Aspecto jurídico : Maneja su propia concepción del derecho afirmando que sólo existe un derecho positivo que el Estado otorga a las personas. Es decir, que no existen derechos naturales en las personas, por el sólo hechos de ser personas, además niega la existencia de dignidad en la persona humana de manera natural. Los derechos naturales que pudiesen existir, el totalitarismo considera que son otorgados por el estado, por lo tanto pasan a ser derechos positivos.
Características generales del totalitarismo:
- Un único partido posee el monopolio de la actividad política.
- Dicho partido monopolista está armado de una ideología que le confiere una autoridad absoluta y que se convierte en la verdad oficial del estado.
- Para asegurar dicha verdad oficial, el estado se reserva el monopolio de los medios de persuasión y coacción, los medios de comunicación son dirigidos por el estado.
- La economía, al menos en gran parte esta sometida al estado.
- Las faltas cometidas por los individuos en el marco de una actividad económica o profesional son simultáneamente faltas ideológicas. Esto entraña una politización, una conversión ideológica de todas las faltas o delitos cometidos por los individuos que lleva a un terror ideológico y policial.
En el totalitarismo, el estado obedece a una ley u objetivo concreto; en el caso de la Rusia de Stalin "la ley de la historia", en el caso de la Alemania hitleriana "la ley de la naturaleza", estos objetivos últimos son los que se establecen como ley suprema, ley que legitima las acciones del estado. Sin embargo, en una tiranía o régimen autoritario no existe un fin último que guie las acciones del estado, el derecho no está al servicio de la ideología. Se diferencia de los regímenes autoritarios de gobierno porque los totalitarios se caracterizan por :
- Tener una ideología elaborada destacando el ensalzamiento del líder.
- Buscar el apoyo de las masas, no sólo someterlas.
- Su meta última es realizar grandes cambios en la sociedad y no sólo imponer su poder sobre la misma.
El totalitarismo también se diferencia del autoritarismo en el grado de intensidad en que se manifiestan algunos de sus elementos comunes:
- Concentración de poder en una sola persona o grupo muy reducido, usualmente un partido político o movimiento, que puede incluso conducir al culto a la personalidad del líder.
- Justificación de la actuación política mediante una doctrina global que se manifiesta en todas las esferas de la actuación humana: economía, cultura, familia, religión.
- Empleo sistemático del terror, por medio de una policía secreta para eliminar a la disidencia u oposición.
- Uso de los campos de concentración para aislar a la oposición y enemigos del régimen.
- Mientras el autoritarismo busca acallar a los disidentes y evitar sus expresiones en público, el totalitarismo en cambio busca no solo acallar sino también extirpar las formas de pensamiento opuestas, mediante el adoctrinamiento y la remodelación de las mentalidades culturales.
El elemento esencial que comparten los regímenes totalitarios es la voluntad de convertir la política estatal en un mecanismo para controlar todas las esferas de la actividad humana y ocupar todo el espacio social.
El concepto de régimen fascista puede aplicarse a algunos regímenes políticos dictatoriales, ya fueran totalitarios o autoritarios de la Europa de entreguerras y a prácticamente todos los que se impusieron por las potencias del Eje durante su ocupación del continente durante la Segunda Guerra Mundial. De un modo destacado y en primer lugar la Italia de Benito Mussolini (1922) inaugura el modelo y acuña el término, seguida por la Alemania de Adolf Hitler (1933) que lo lleva a sus últimas consecuencias y, cerrando el ciclo, la España de Francisco Franco que se prolonga mucho más tiempo y evoluciona fuera del periodo (desde 1936 hasta 1975). Las diferencias de planteamientos ideológicos y trayectorias históricas entre cada uno de estos regímenes son notables.
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